viernes, 18 de abril de 2008

GASTROFILIA por Federico Oldenburg

Nos permitimos reproducir aquí este artículo del gran erudito de los vinos y "amante de las mejores ginebras" D. Federico Oldenburg.

Éste y otros artículos interesantísimos están a disposición de todos en su blog GASTROFILIA.

Noches con aroma a enebro

Basta con dejarse caer por alguna barra con cierto charme –ya sea como escaparate de guapos y famosos o por la calidad de lo que allí se sirve- para comprobar que la ginebra es la reina de la noche española. El gin tonic se ha convertido en la copa nuestra de cada día (de cada noche, de momento, al menos mientras conservemos lo poco que queda de cordura), y las ginebras Premium han desplazado, por fortuna, a los brebajes industriales de calidad sospechosa y origen incierto.
El reinado del gin tonic no sorprende porque, a ciencia cierta, no hay mejor aliado que este combinado para una tarde de calor o una noche loca. Habría que añadir, también, que tampoco hay un cóctel que iguale la excelencia del dry martini.
En los dos casos, el ingrediente fundamental es este destilado mestizo, inventado por los holandeses y perfeccionado por los ingleses a partir de las especias y hierbas que llegaban al puerto de Londres en los siglos XVII y XIX. Con estos antecedentes, la ginebra no es, desde luego, una novedad en nuestro horizonte etílico. Pero lo que si es noticia es que hoy este sutil combinado de hierbas, esencias y raíces vive un nuevo momento de esplendor con una serie de marcas que están revolucionando el mercado para imponer la mejor calidad. Unas reivindican las fórmulas más tradicionales (como la francesa Citadelle o la azulada The London Gin); otras, un nuevo ingrediente que se convierte en una revelación para el paladar (como la escocesa Hendrick’s, que incorpora pepino y pétalos de rosa); y también las hay que cuadran la cuadratura del círculo perfeccionado las técnicas de destilación (como la Ten, la versión excelsa de Tanqueray).
En cualquier caso, la oferta es riquísima y cada vez más amplia. Todo un festival para los amantes del intenso aroma del enebro y las noches locas. Sobre todo, si se combina estos elixires con la tónica más natural, Fever Tree, pura quinina y casi nada de azúcar.Los adoradores del gin tonic están de enhorabuena porque, además, hace unos meses ha abierto en Madrid el Bristol Bar (Almirante, 20, tel. 91 522 45 68), un local especializado que ofrece una carta con más de ochenta ginebras, con todo tipo de rarezas: ginebras rojizas maceradas con azafrán, otras añejas, una ecológica… Todo un campo para investigar y disfrutar.
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Esta entrada fue publicada el Jueves, 17 Abril 2008 a las 9:23 am y está archivado en destilados. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la sindicación RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu página web.

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